Qué debes hacer después de un sismo

 

Qué debes hacer después de un sismo

Si tu guardería se encuentra en una zona sísmica, debes conocer el protocolo correcto a seguir después de un sismo.

Paso 1. Una vez que ha pasado el movimiento, asegúrate de que el personal y los pequeños están bien y sin lesiones. Lo antes posible llévalos a un lugar seguro, pues podría haber alguna réplica que causara daños adicionales.

Paso 2. Una vez que estén en un lugar seguro, si fuera necesario, protégete con zapatos resistentes y guantes de trabajo, para evitar daños por cristales rotos y escombros. También usa una mascarilla contra el polvo y protección para los ojos.

Paso 3. En caso de lesiones

  • Si una persona está sangrando, aplica presión sobre la herida. Utilice una gasa limpia.
  • No muevas a personas gravemente heridas, a menos que estén en peligro inmediato de sufrir más lesiones.
  • Cubre a las personas lesionadas con mantas o ropa adicional para mantener el calor.

Paso 4. Comprueba si hay daños en tu guardería

  • Incendios. Si es posible, apaga incendios pequeños, de lo contrario llama a los bomberos de inmediato.
  • Fugas de gas. Cierra la válvula principal si sospechas de una fuga. En caso de utilizar gas natural, llama a la empresa correspondiente para solicitar apoyo, de lo contrario busca ayuda de los bomberos.
  • Cableado eléctrico. Corta la energía si hay algún daño en el cableado. Déjelo apagada hasta que se repare el daño, pues alguna chispa podría ocasionar un corto circuito mayor e incluso un incendio.
  • Si hay cables de electricidad caídos, manténganse alejados de ellos. Nunca toque los cables eléctricos o cualquier objeto que esté en contacto con ellos.
  • Electrodomésticos. Desenchúfalos, podrían provocar incendios cuando se restablezca la electricidad.
  • Alacenas y clósets. Ten cuidado al abrir alacenas, armarios y clósets, podrían caer objetos.

Paso 5. Identifica daños estructurales. Estos son los principales puntos que debes revisar después de un sismo, así como las medidas de seguridad que debes aplicar.

Revisa los muros, trabes o columnas para identificar si hay fisuras o grietas que no estuvieran antes del sismo. Identifica si las grietas son superficiales, es decir, del recubrimiento de pintura o yeso. En caso de detectar algún daño estructural, es necesario llamar a un ingeniero o arquitecto para que revise y determine si es necesaria la intervención de un especialista en la materia.

  • Revisión externa. Verifica que el inmueble no esté hundido o inclinado. De la misma forma no debe haber grietas grandes en el terreno.
  • Revisión interna. Debes saber que hay elementos diseñados para soportar el peso de las estructuras y otros que sólo sirven para aislaciones o separaciones estéticas. Los elementos estructurales importantes son los muros, losas, columnas y vigas de hormigón armado que la mayoría de las casas tienen. Estos elementos no deben estar alterados. Si lo están, transforman el lugar en insegura en diferentes grados. Las grietas son importantes cuando están en elementos o muros estructurales

Una grieta menor a 2 mm. suele no es peligrosa a menos que sea generalizada, en ese caso pedir una evaluación. Pero si es de 5 mm. a 1 cm., se recomienda no habitar la zona, y reparar inmediatamente. En caso que la grieta sea mayor a 1 cm., se recomienda abandonar el inmueble hasta que sea revisado.

¿Cómo solicitar la revisión de un inmueble?

Si detectas agrietamientos, formación de fracturas o pandeos, derrumbe o caída parcial, inclinación de la estructura, desprendimiento de yeso o ruptura de tuberías, haz tu reporte a la Secretaría de Protección Civil de tu localidad.

Recuerda la importancia de tener un manual preventivo, en el que realices simulacros y tengas un kit para estos momentos.


4 ideas para que los niños coman verduras

 

4 ideas para que los niños coman verduras

 

Sabemos que la hora de la comida puede ser un momento difícil para los niños que no les gustan las verduras. Por eso te proponemos estas ideas que ayudarán a motivarlos de manera lúdica y divertida.

  1. Juega con la presentación

A los niños les resulta más divertido comer verduras si estos están formando alguna figura, o si están en presentación de brochetas, en lugar de estar amontonadas en un plato.

Echa a volar tu creatividad con la presentación. No tienes que ser un chef para armar un plato amigable para los niños. Puede ser tan simple como la organización de verduras cortadas en pedazos en un plato colorido, o servir un licuado de frutas en un vaso llamativo.

Podrías también cocinar por colores, dependiendo el día y volver el momento del comedor en una actividad didáctica.

Recuerda, del a vista nace el amor. Así lo corroboran distintos nutriólogos infantiles, quienes afirman que si la comida se ve bien, la resistencia a comer, incluso cosas que normalmente no nos gustan, es menor.

  1. El alimento de la semana

Puedes dedicar un día al mes para probar un nuevo alimento. Platícale a los chicos datos curiosos sobre éste. Desde cómo lo cosechan, su forma, color, textura; qué beneficios le aporta a nuestro cuerpo, cómo se puede combinar con otros alimentos.

Una vez que los niños saben todo esto, preséntales el platillo del día. Qué sean los degustadores oficiales. Después de la comida puedes planear una charla, en la que te cuenten sus impresiones.

Esta dinámica les ayudará a sentirse a gusto de probar nuevos alimentos.

  1. Controla la ingesta de colaciones

Las colaciones podrían frenar el apetito de los niños. Si bien es cierto que deben comer un pequeño refrigerio entre comidas, debes cuidar las porciones, el tipo de alimento y el horario en el que las ingieren.

Recuerda que un niño con hambre suficiente es más flexible a probar nuevos alimentos, incluso aquellos que no le gustan del todo.

Procura que la colación entre el desayuno y la comida sea alguna fruta pequeña o gelatina, de tal manera que al poco tiempo vuelvan a tener hambre.

La segunda colación del día puede ser un poco más sólida, a fin de que en la cena no deseen comer en exceso y les provoque problemas para dormir.

  1. Disfraza la comida nutritiva

Empieza a emplear recetas de comida que utilicen altas porciones de vegetales, pero en un “empaque”, atractivo.

Por ejemplo, pizza de vegetales o macarrones con queso y verduras. Cuando se trata de ensaladas, recuerda que las verduras crudas provocan menos resistencia que las cocidas; intenta con palitos de zanahoria, apio, pepino acompañados de aderezos.

Los purés y cremas son otras alternativas fáciles de consumir para los pequeños.

Pon en práctica estos consejos y comprueba como poco a poco disminuyen  las dificultades para que los niños de tu estancia infantil coman verduras. Contribuye de forma lúdica y divertida a su correcta nutrición.