4 ideas para que los niños coman verduras

 

4 ideas para que los niños coman verduras

 

Sabemos que la hora de la comida puede ser un momento difícil para los niños que no les gustan las verduras. Por eso te proponemos estas ideas que ayudarán a motivarlos de manera lúdica y divertida.

  1. Juega con la presentación

A los niños les resulta más divertido comer verduras si estos están formando alguna figura, o si están en presentación de brochetas, en lugar de estar amontonadas en un plato.

Echa a volar tu creatividad con la presentación. No tienes que ser un chef para armar un plato amigable para los niños. Puede ser tan simple como la organización de verduras cortadas en pedazos en un plato colorido, o servir un licuado de frutas en un vaso llamativo.

Podrías también cocinar por colores, dependiendo el día y volver el momento del comedor en una actividad didáctica.

Recuerda, del a vista nace el amor. Así lo corroboran distintos nutriólogos infantiles, quienes afirman que si la comida se ve bien, la resistencia a comer, incluso cosas que normalmente no nos gustan, es menor.

  1. El alimento de la semana

Puedes dedicar un día al mes para probar un nuevo alimento. Platícale a los chicos datos curiosos sobre éste. Desde cómo lo cosechan, su forma, color, textura; qué beneficios le aporta a nuestro cuerpo, cómo se puede combinar con otros alimentos.

Una vez que los niños saben todo esto, preséntales el platillo del día. Qué sean los degustadores oficiales. Después de la comida puedes planear una charla, en la que te cuenten sus impresiones.

Esta dinámica les ayudará a sentirse a gusto de probar nuevos alimentos.

  1. Controla la ingesta de colaciones

Las colaciones podrían frenar el apetito de los niños. Si bien es cierto que deben comer un pequeño refrigerio entre comidas, debes cuidar las porciones, el tipo de alimento y el horario en el que las ingieren.

Recuerda que un niño con hambre suficiente es más flexible a probar nuevos alimentos, incluso aquellos que no le gustan del todo.

Procura que la colación entre el desayuno y la comida sea alguna fruta pequeña o gelatina, de tal manera que al poco tiempo vuelvan a tener hambre.

La segunda colación del día puede ser un poco más sólida, a fin de que en la cena no deseen comer en exceso y les provoque problemas para dormir.

  1. Disfraza la comida nutritiva

Empieza a emplear recetas de comida que utilicen altas porciones de vegetales, pero en un “empaque”, atractivo.

Por ejemplo, pizza de vegetales o macarrones con queso y verduras. Cuando se trata de ensaladas, recuerda que las verduras crudas provocan menos resistencia que las cocidas; intenta con palitos de zanahoria, apio, pepino acompañados de aderezos.

Los purés y cremas son otras alternativas fáciles de consumir para los pequeños.

Pon en práctica estos consejos y comprueba como poco a poco disminuyen  las dificultades para que los niños de tu estancia infantil coman verduras. Contribuye de forma lúdica y divertida a su correcta nutrición.