Cómo identificar una emergencia médica
Cómo identificar una emergencia médica
Pese a todos los cuidados y prevención que puedas tener en tu guardería, habrá lesiones o niños que enfermen. No entres en pánico, aprende a identificar si es una emergencia médica, o si puedes atenderlo sin salir de la estancia infantil.
Cada situación requieren un nivel de atención. Las opciones son:
- Tratarlo en la guardería.Muchas lesiones y enfermedades menores, incluyendo algunos cortadas, erupciones, rasguños, ataques de tos y moretones, se pueden tratar la estancia infantil.
- Llamar al pediatra.Esta suele ser una buena opción en la mayoría de los casos. En el caso de resfriados, intoxicaciones, alergias, fiebre, lo mejor es llamar a los papás del pequeño para que se pongan en contacto con el pediatra de cabecera.
- Llevarlo a un centro de urgencias.Un centro de urgencias puede ser una buena opción en caso de emergencias mayores como fracturas, hemorragias, traumatismos craneoencefálicos, convulsiones, dificultades respiratorias, deshidratación e infecciones bacterianas.
- Llamar al número de emergencia.Algunas situaciones graves requerirán la ayuda de personal médico preparado para transportar al pequeño a un hospital. Esas situaciones incluyen haber sufrido un accidente de tráfico, una lesión importante en la cabeza o el cuello, haber ingerido una dosis excesiva de determinado medicamento, no respirar o asfixia. En estos casos, es mejor pedir una ambulancia.
Cuándo es una emergencia médica
He aquí algunos ejemplos de cuándo deberías llevar a un pequeño lesionado al hospital:
- Tiene dificultades para respirar o le falta el aire.
- Se ha producido un cambio en su estado mental, por ejemplo, se ha puesto anormalmente soñoliento de repente, no hay forma de despertarlo o parece desorientado o confundido.
- Se ha hecho un corte u otra herida en la piel y no hay forma de parar la hemorragia.
- Presenta rigidez de nuca acompañada de fiebre.
- Respira muy deprisa y su frecuencia cardiaca no baja.
- Ha ingerido accidentalmente alguna sustancia venenosa o una dosis excesiva de medicamento.
- Ha sufrido un traumatismo craneoencefálico.
Hay otras situaciones que, aunque parecen alarmantes, no requieren desplazarse a un hospital. Puede resolverse con el médico de la guardería o con una llamada al pediatra del pequeño.
- Fiebre alta (por encima de los 40° C).
- Dolor de oído.
- Dolor en el abdomen.
- Dolor de cabeza.
- Erupción en la piel.
- Respiración levemente sibilante.
- Tos persistente.
Habrá ocasiones en las que los niños presenten una enfermedad o lesión que, a pesar de no poner en peligro su vida, requerirá atención médica el mismo día. En tales casos, llame a los padres del menor para que pasen por él a la brevedad y lo lleven a un centro médico. Estos casos son:
- Cortes sangrantes.
- Lesiones leves.
- Vómitos o diarrea.
- Fuerte dolor de oído.
- Dolor de garganta.
- Picaduras de insectos infectadas.
- Reacciones alérgicas leves.
- Sospecha de esguince o fractura.
- Mordeduras de animal de carácter leve.
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