Plan para remodelar tu guardería

 

Plan para remodelar tu guardería

 

El verano empezó, es probable que muchos pequeños salgan de vacaciones y tu estancia infantil o guardería se quede semivacía. Aprovecha el momento para hacer mejoras e iniciar un nuevo ciclo con una imagen impecable.

Qué debes considerar

Lo ideal es que las modificaciones se realicen durante el fin de semana, pero si esto no es posible, construye barreras temporales para restringir el acceso de los niños a aquellas áreas en remodelación.

Las áreas que serán sometidas a compuestos orgánicos volátiles (gases), pinturas y materiales tóxicos, deben ventiladas hasta que estén completamente secas y fuera del alcance de los pequeños.

Es importante que al elegir proveedores les reiteres la importancia de usar productos no tóxicos. Ya existen pinturas, acabados y recubrimientos con esta característica. Ideales para evitar intoxicaciones futuras.

Por dónde debes empezar

Haz una lista de las zonas que requieren mayor mantenimiento y el nivel de uso de cada una. Con esta información podrás asignar prioridades.

Tal vez la bodega de material requiere una renovación general, pero es un sitio que usas en menor medida que un cuarto de juegos, por ejemplo.

Ya que hayas priorizado según necesidades y nivel de uso del área, estima cuánto te gastarás. Este será el segundo filtro para saber por qué mejoras empezarás.

Recuerda dividir las renovaciones de las mejoras. No son lo mismo. Por ejemplo pintar, por que los muros ya están sucios, es una mejora y no ocupa la misma prioridad que cambiar un barandal flojo, o lozas rotas que generen caídas. Esas son renovaciones.

Empieza primero por éstas últimas, pues son focos de riesgo. Si queda presupuesto al terminar esta parte, entonces sí, podrás hacer mejoras en la imagen de tu guardería.

Qué puedes renovar y mejorar

Esta es una lista con los básicos que debes revisar para definir qué necesita mantenimiento.

  1. Instalaciones eléctricas, de gas y agua. Que el técnico evalúe si todo está bien o necesitas hacer alguna mejora.
  2. Recubrimientos de cocina. Deben estar sin desgaste para evitar la formación de gérmenes.
  3. Pisos y azulejos en general. Revisa que no estén estrellados o incompletos. Cámbialos de ser así, pues ocasionan caídas y tropezones.
  4. Humedades en paredes y techos. Si bien no son un riesgo de accidente, pueden significar un foco de infección por la acumulación de moho. Además, dejarlas por largo tiempo requerirá una compostura mayor.
  5. Muebles de baño. Deben estar completos, sin roturas que ocasiones heridas.
  6. Vidrios y cristales cuarteados. Cámbialos de inmediato, representan un alto riesgo para los niños.
  7. Estanterías. Cuida que no tengan astillas, o cuarteaduras. Deben estar fijas a la pared.
  8. Deben ser de un materia especial, irrompibles, a prueba de golpes.
  9. Mobiliario didáctico. Revisa cada juguete. Retira aquellos que tengan piezas sueltas, estén despostillados, desgastados y representen un foco de infección o atragantamiento.
  10. Sillas, mesas, periqueras y cuneros. Cuida que todo el mobiliario esté en perfecto estado. Las patas deben estás alineadas para evitar caídas. Cada pieza pintada, para evitar astillas y mejorar la imagen del lugar.
  11. Utiliza material no tóxico. Elige colores que fomentan la creatividad de los niños. Aquí te decimos cuáles son. Si el presupuesto no alcanza para esta parte de la remodelación, lávalas con agua y jabón, verás que darás una nueva vida.

Ahora que saber cómo diferenciar una mejora de una renovación, así como priorizar necesidades; estás lista para arrancar tu plan de remodelación, y recibir a los pequeños en un espacio más seguro y con una divertida imagen.