Videovigilancia, aliado en la pandemia

 

Videovigilancia, aliado en la pandemia 

A la par de los procesos de vacunación, en varios países de Latinoamérica ya se están reanudando clases presenciales o en modalidad híbrida como en Argentina, Chile, Paraguay y Puerto Rico. En países como México, se evalúa que las escuelas arranquen clases en los estados donde el semáforo epidemiológico esté en verde como es el caso de Campeche.

Además de reinventar la forma en que imparten la educación en tiempos de crisis, las escuelas tienen ahora la tarea de mitigar la propagación del COVID-19, para ello, la tecnología se visualiza como una importante herramienta para ello.

Javier Jarillo, gerente de Desarrollo de Negocios de Genetec México, una empresa de sistemas de seguridad basados en redes IP y soluciones de videovigilancia, explica cómo esta tecnología puede ser parte clave en los centros educativos para poder cumplir los protocolos de sanidad.

Dado que los sistemas de seguridad física ya ayudan a muchos centros educativos a hacer un seguimiento de quién está en sus instalaciones, tiene sentido pensar en formas de utilizar también estos sistemas para gestionar la ocupación y la densidad.

Un sistema de videovigilancia puede proporcionar a los centros educativos una gestión eficaz de la ocupación de sus espacios. Por ejemplo, puede contar el número de personas en un edificio, visualizar los datos y enviar alertas al personal administrativo cuando se alcanzan los límites de ocupación. Además de proporcionar un cumplimiento demostrable de las regulaciones locales.

Las soluciones de gestión de la ocupación también pueden utilizarse para informar de otras actividades, como los procesos de limpieza. En el pasado, la limpieza se realizaba según un horario preestablecido, ahora el sistema puede notificar al personal de limpieza cuando debe limpiar un baño, por ejemplo, en función del número de personas que lo han utilizado.

Rastreo de contactos y procedimientos de detección

También sabemos que el rastreo de contactos es importante para detener la propagación del virus. La tecnología de videovigilancia permite también generar datos de dónde han estado los profesores, los estudiantes y el personal. Así, en caso de detectar algún caso de covid-19, se puede determinar quién más estuvo en el mismo espacio y durante cuánto tiempo. El sistema puede entonces notificar a cualquier persona que pueda haber estado expuesta al virus que debe comprobar si tiene algún síntoma, hacerse la prueba o ponerse en cuarentena.

Con esta tecnología se pueden poner en marcha procedimientos de detección para intentar minimizar los riesgos de los brotes. Además ayudará a automatizar el proceso de revisión de los estudiantes, el personal y los visitantes que entren a las instalaciones escolares.

Los centros educativos necesitan un sistema de seguridad física de arquitectura abierta que les ofrezca la flexibilidad necesaria para decidir qué dispositivos les sirven mejor. Y, aunque no está claro lo que se necesitará en el futuro, sí sabemos que tener la capacidad de adaptar e implementar nuevas tecnologías de forma rápida y eficaz desempeñará un papel clave.