La pandemia y el estado anímico de las mamás

La pandemia y el estado anímico de las mamás

El cierre de las escuelas, las recomendaciones de distanciamiento social y de quedarse en casa han dificultado que las personas cercanas a las familias que ayudan en el cuidado de los niños, como los abuelos u otros miembros de la familia puedan ayudar en el cuidado de los niños. Esta situación es un desafío tanto para las personas que trabajan desde casa como para las que ya han reactivado sus actividades fuera.

Equilibrar las exigencias de la maternidad nunca ha sido fácil. Y, dado que la pandemia por Covid-19 obliga a muchas mujeres a ser empleadas, madres y maestras al mismo tiempo, están teniendo dificultades para mantener todo junto.

Según una encuesta realizada por la marca de maternidad Motherly, aplicada a más de tres mil mujeres, reveló que 97% de las mamás se sienten agotadas gran parte del tiempo, y 74% afirmó que desde que comenzó la pandemia se sienten mentalmente peor debido a las demandas en el trabajo y en el hogar.

Es natural sentir ansiedad cuando nos enfrentamos a una crisis, lo desconocido o un cambio repentino. La ansiedad es una emoción normal y sirve como señal de atención para poder protegernos, nos alerta, nos impulsa a adaptarnos. Pero cuando estamos abrumados por la ansiedad, a veces puede hacer más daño que bien.

La Universidad de Oregon analizó cómo las relaciones entre padres e hijos pueden promover un desarrollo saludable, particularmente en el contexto del estrés. Estas son algunas estrategias basadas en la investigación para hacer que este momento sin precedentes sea más agradable.

Planifica

Los niños reaccionan positivamente con estructuras, mejora su comportamiento y evita su ansiedad. No necesitas tener cada minuto planeado. La sugerencia es que definas algún tipo de rutina diaria con una hora constante para ir a dormir, algunas actividades estructuradas, descansos para divertirte y tiempo frente a la pantalla.

También lee: Cómo establecer una rutina para las clases en casa.

Elige no reaccionar

¿Hay ciertas cosas por las que casi siempre peleas con tus hijos? Piensa qué podrías hacer para evitarlas. Por ejemplo, si siempre peleas porque tu hijo usa la televisión o la tableta en las mañanas en lugar de levantarse a tiempo para sus clases, lleva el control remoto de la televisión o la tableta a tu habitación en las noches.

También ignorar de forma planificada un comportamiento desafiante menor, es la forma más eficaz de avanzar durante el día.

¿Qué puedes hacer para no perder el control con tus hijos?

  • Haz una lista de personas de apoyo a las que puedas llamar en momentos de angustia.
  • Crea un grupo con amigos u otros padres.
  • Establece un tiempo diario de chat o llamadas con un amigo o familiar.

Tener una red de apoyo hará maravillas en situaciones estresantes. A menudo, no podemos ver más allá de nuestras propias emociones, lo que dificulta la aparición de nuevas ideas y formas de salir de nuestra angustia.

Los niños también se estresan

La vida de los niños también ha cambiado (cierre de escuelas, falta de amigos, cambios en la rutina y falta de estructura). Están experimentando su propio miedo, ansiedad, frustración, ira y soledad. Entonces, si has notado un cambio negativo en su comportamiento, es normal.

Escucha y valida sus sentimientos. Esto no siempre es fácil, especialmente cuando tú también estás estresado, pero hacerlo hará que se sienten escuchados y comprendidos, y esto te hará la vida un poco más fácil.

Cambia tus expectativas

A veces, son nuestras expectativas las que nos hacen sentir frustrados con nuestros hijos. ¿Estamos esperando demasiado de ellos? ¿Esperamos que mantengan todo en orden cuando es incluso difícil para nosotros en este momento? ¿Esperamos que puedan entretenerse sin interacción durante un largo período de tiempo?

Revisa tu nivel de ira y ansiedad a lo largo del día

Es más fácil calmarse cuando aún no has llegado al estado de “explosión”. Incluso podrías programar alarmas en tu teléfono o notas pegadas en algún lado de la casa, que te ayuden a hacer una pequeña pausa y ver cómo te sientes. Si ya hay tensión haz algo para calmarte, por ejemplo:

  • Toma un breve descanso
  • Respiraciones profundas
  • Recurre a tu red de apoyo
  • Envía un mensaje de texto a un amigo
  • Escribe tus sentimientos
  • Bebe un poco de agua

Sabemos que no es sencillo lo que se vive en casa y fuera de ella, por eso hay que trabajar en mantener un buen estado de ánimo, reducir el estrés y la ansiedad. Eso ayudará a tener un ambiente familiar más estable, que sea un refugio para todos.