4 consejos para apoyar a tu hijo en el regreso a clases

 

4 consejos para apoyar a tu hijo en el regreso a clases

 

Con la pandemia, la vida familiar de muchos se ha visto alterada. Para muchas familias, esto ha significado pasar mucho tiempo juntos en casa. Muchos niños se han acostumbrado a tener a sus padres o cuidadores a su lado a todas horas del día. Incluso, para algunos bebés, es todo lo que conocen.

Aunque la situación varía mucho según el lugar donde vivas, si tu familia se está preparando para un cambio en las rutinas diarias con la reapertura de guarderías, escuelas y oficinas, aquí hay algunos consejos para ayudar a los niños a adaptarse.

Lee también: Cómo evitar la ansiedad por separacion en el regreso a clases

¿Cómo puedes ayudar a tu hijo a sentirse seguro en la transición del regreso a las viejas rutinas?

Puede ser un proceso que requiere tiempo y planificación. Para que la separación sea menos difícil, prueba algunos de estos consejos:

  1. Escucha a tu hijo

Toma sus preocupaciones en serio y háblales sobre tus preocupaciones. Con los niños más pequeños, podrías intentar representar cómo se verá el regreso o pedirles que hagan un dibujo de los pasos involucrados, incluido uno de ustedes que regrese para recogerlos.

  1. Ayúdalos a prepararse

Pregúntale a tu hijo cómo se siente acerca de volver a la escuela, de esa manera podrás ayudarlo a enfrentar sus miedos de manera concreta. Comparte con su maestro alguna inquietud importante.

  1. Mantén la calma

Recuerda que los niños captan las señales de comportamiento de los adultos. Para ayudar a tu hijo a mantenerse relajado y sentirse seguro, es importante que te muestres tranquilo.

  1. Tener un plan de despedida

Para evitar que las despedidas se vuelvan difíciles intenta lo siguiente:

  • Haz que las despedidas sean positivas, con alegría y motívalos a vivir un día lleno de aventuras en la escuela
  • Recuérdale a tu hijo que volverás
  • No dudes al salir
  • No regreses hasta la hora prevista

Algunos niños pueden sentirse nerviosos o reacios a regresar a la escuela, especialmente si han estado aprendiendo en casa durante meses. Explícales todas las ventajas que tiene el regreso a clases, como volver a convivir con sus amigos, tener trabajos en equipo, aprender con métodos más divertidos y didácticos.

Restablecimiento de relaciones en persona

Como padres, debemos estar preparados para que nuestros hijos tengan reacciones inusuales.

Por ejemplo, un niño que siempre ha sido sociable. Incluso si se han mantenido en contacto virtual con amigos a través de las redes sociales y otras plataformas digitales, es posible que sientan ansiedad por reanudar el contacto cara a cara. Podrían ser más introvertidos o tímidos.

Sentirse cómodos jugando con amigos puede llevar tiempo, y eso está completamente bien. Aprovecha la flexibilidad que ofrecen la mayoría de las guarderías y colegios, de asistir solo un par de días a la semana, permitirá una transición más amigable.

Cualquiera que sea la situación que surja, debes mantener una buena comunicación con tus hijos. Eso significa hablar, pero también significa dar un buen ejemplo para que lo observen y lo sigan. Y sé honesto. Después de todo, nosotros los adultos también estamos tratando de navegar en este viaje de regreso a la normalidad.

Otra parte de la comunicación es escuchar y observar. Mantente atento a las señales de que tus hijos podrían tener dificultades para adaptarse.

¿Cuál es su desempeño en la escuela? ¿Cómo está su estado de ánimo? ¿Están durmiendo más o menos que antes? ¿Qué pasa con sus hábitos alimenticios?

Si notas diferencias en los niveles de funcionamiento básico, esas pueden ser señales de alerta de que podrían necesitar una intervención.

Fuente: Unicef y OFC Health Car


Evita la ansiedad y separación del regreso a clases

 

Evita la ansiedad y separación del regreso a clases 

Los niños que regresan a las aulas este ciclo escolar enfrentan desafíos inusuales, y uno de ellos es la ansiedad por ser separados de sus familias, después de meses de unión.

De acuerdo con Jennifer Louie, psicóloga clínica del Child Mind Institute, los niños están viviendo mucha ansiedad, desde el constante reforzamiento de que no deben acercarse demasiado a otras personas, que se mantengan con el cubrebocas puesto, que usen desinfectante, que se laven las manos... “Creo que los niños se están preguntando: ¿Estamos seguros al regresar a la escuela? ¿Están otras personas a salvo? ¿Es seguro tocar esto? ¿Es seguro jugar con mis compañeros?"

Rachel Busman, directora del Centro de Trastornos de Ansiedad del Child Mind Institute, informa que muchos padres han observado cierto apego en los niños más pequeños. “Los niños dicen cosas como 'No quiero volver a la escuela' o 'No quiero estar lejos de ti'. Han estado fuera de la rutina de ir a la escuela durante tanto tiempo que es razonable que tengan dificultades. Y pueden tardar un poco más en adaptarse, especialmente con los programas híbridos".

Así que los padres tienen una misión complicada para lidiar con toda esta ansiedad e incertidumbre: asegurarles a los niños que es seguro estar lejos de ellos.

Valida sus sentimientos

Si tu hijo te dice que está preocupado o que tiene esos sentimientos negativos, debes validarlo y dejar que tenga un poco de espacio para expresarlo. Dale seguridad diciéndole que todo está bien y cuán orgullosos están por su regreso a la escuela.

Refuerza su seguridad

Un papá ansioso solo promueve la ansiedad en los niños. Así que actúa con calma incluso cuando no lo estés. Trata de no hacer preguntas capciosas como: ¿Estás nervioso por ir a la escuela mañana?, pues esto se traduce como que realmente hay algo de qué preocuparse.

Ayúdalos a pensar en positivo

Para los niños más pequeños preocupados por la separación, es útil saber qué estarás haciendo mientras ellos no están. Cuéntales parte de tu día.

Otra forma de ayudar a los niños a concentrarse en las cosas positivas es intentar que hablen de las cosas buenas de la escuela. ¿Qué esperan con ansias? ¿Qué disfrutaron el día anterior?

La doctora Louie agrega que los objetos de transición pueden ser útiles para que los niños más pequeños se sientan conectados con el hogar. Un objeto de transición puede ser cualquier cosa que ayude a su hijo a sentirse cerca de casa, por ejemplo, una piedra, un pañuelo, un pequeño juguete.

Días de adaptación

Para que los niños que están ansiosos por estar separados de su casa no sientan un cambio tan grande, los expertos sugieren empezar con pequeñas separaciones días antes. Ir al súper sin ellos, salir a realizar algunas otras actividades mientras ellos se quedan en casa.

Seguimos viviendo momentos de muchos cambios y nuevas normalidades. Apoya a tus hijos, para que este inusual regreso a clases sea igual de emocionante que los anteriores.


3 maneras de desarrollar la atención plena en los niños

 

3 maneras de desarrollar la atención plena en los niños

 

El mindfulness o atención plena puede mejorar la calidad de nuestra vida de muchas formas. Pero, ¿qué es esto y cómo puedes enseñar a los niños a beneficiarse de su práctica?

La atención plena se define a menudo como vivir el momento sin juzgar. Esta filosofía puede ayudar a los niños a frenar los pensamientos negativos y concentrarse en lo que tienen enfrente. Además, las investigaciones confirman que la atención plena puede:

  • Mitigar los efectos del acoso.
  • Mejorar el enfoque en niños con TDAH.
  • Reducir los problemas de atención.
  • Mejorar la salud y el bienestar mental.
  • Mejorar las habilidades sociales.

Fomentar la atención plena en niños en edad preescolar con herramientas como imágenes, objetos, comida, movimientos simples y música puede ayudarlos a desarrollar la capacidad de enfocar mejor su atención y permanecer presentes.

3 actividades y ejercicios de mindfulness para niños

El sitio positivepsychology.com comparte estas sencillas prácticas para fomentar en los niños el mindfulness.

1. Posando consciente

Una forma fácil para que los niños desarrollen su atención plena es a través de posturas corporales. Para motivarlos a hacerlas, diles que las poses divertidas pueden ayudarlos a sentirse fuertes, valientes y felices.

Haz que los niños vayan a un lugar tranquilo y familiar, un lugar donde se sientan seguros. A continuación, invítalos a que prueben una de las siguientes poses:

El Superman: esta pose se practica de pie con los pies un poco más anchos que las caderas, los puños cerrados y los brazos extendidos hacia el cielo, estirando el cuerpo lo más alto posible.

La Mujer Maravilla: esta pose se logra al pararse erguido con las piernas más anchas que el ancho de las caderas y las manos o los puños colocados en las caderas.

Pregúnteles a los niños cómo se sienten después de algunas rondas de probar cualquiera de estas posturas. Puede que te sorprendas.

También lee: El aburrimiento puede ser bueno para los niños

2. Sentidos de araña

Este ejercicio puede ser un siguiente paso para enseñar a los niños cómo mantenerse presentes.

Indícales que quieres que desarrollen sus sentidos arácnidos, o los sentidos súper concentrados del olfato, la vista, el oído, el gusto y el tacto que usa Spiderman para controlar el mundo que lo rodea. Esto los animará a hacer una pausa y centrar su atención en el presente, abriendo su conciencia a todo lo que los rodea en ese momento.

Este es un ejercicio clásico de atención plena y fomenta la observación y la curiosidad, grandes habilidades para que las practiquen incluso los adultos.

3. El tarro consciente

Esta actividad puede enseñar a los niños cómo las emociones fuertes pueden afianzarse y cómo encontrar la paz cuando estas emociones se sienten abrumadoras.

Necesitas un frasco transparente lleno de agua, agrega una cucharada de brillantina. Vuelve a poner la tapa en el frasco y agítalo para que se arremoline.

Finalmente, usa el siguiente guion o inspírese en él para formar tu propia mini lección:

“Imagina que el brillo es como tus pensamientos cuando estás estresado, enojado o molesto. ¿Ves cómo gira y hace que sea realmente difícil ver con claridad? Por eso es tan fácil tomar decisiones tontas cuando estás enojado, triste o frustrado. Solo inhala ... exhala… deja que tus pensamientos se calmen, al igual que esta brillantina".

 


ciberacoso

Protege a tus hijos del ciberacoso durante la pandemia

 

Protege a tus hijos del ciberacoso durante la pandemia

La tecnología ha jugado un papel muy importante para hacer la vida más fácil y mantener a las comunidades más conectadas durante este año de aislamiento social. Sin embargo, a pesar de los numerosos beneficios que Internet ha brindado al mundo, también ha tenido sus propios desafíos. Uno de esos es el acoso cibernético.

Con el actual cierre global de escuelas, los niños pasan su tiempo libre en casa, donde internet les ha dado una plataforma para disfrutar viendo videos, jugando o interactuar con sus amigos a través de las diferentes plataformas de redes sociales. Sin embargo, si no se monitorea, los niños pueden terminar siendo víctimas de acoso cibernético.

Según una encuesta de comportamiento de riesgo para jóvenes sobre acoso cibernético, salud mental y violencia realizada por los investigadores Mohammed Alhajji, Sarah Bass y Ting Dai, el acoso cibernético podría provocar efectos negativos en la salud mental, como depresión y suicidio.

Los siguientes son algunos signos de que tu hijo está siendo acosado:

  • Disminución en las calificaciones
  • Lesiones inexplicables
  • Depresión
  • Un cambio en los hábitos alimenticios y los patrones de sueño.
  • Sentimientos de impotencia o disminución de la autoestima.
  • Aumento de las molestias físicas (dolores de cabeza, malestar estomacal, etc.)
  • Los niños y adolescentes experimentan comportamientos autodestructivos como huir de casa, autolesionarse o hablar sobre el suicidio.

Si bien no ha habido informes formales de un aumento en el acoso cibernético, los niños acostumbrados a acosar no han dejado de comportarse así. Simplemente ahora utilizan plataformas digitales para intimidar.

Ayuda a tu hijo a protegerse del acoso cibernético:

  1. Ten restricciones y permisos adecuados sobre el uso de Internet.
  2. Evita darles toda la libertad de navegar por cualquier sitio al que puedan acceder.
  3. Establece contraseñas seguras en los dispositivos de modo que los niños siempre soliciten tu permiso para usar la computadora portátil, la tableta o los teléfonos móviles.
  4. El control parental también les permite visitar sitios aptos para ellos.
  5. Toma la iniciativa de aprender cómo funcionan las diferentes plataformas de redes sociales, para poder monitorear y guiar a los niños de manera adecuada. Esto también te ayudará a observar cualquier interacción inapropiada que pueda llevar a que tu hijo sea acosado en línea.
  6. Mantén abierta la comunicación con tus hijos. Es clave para comprender sus pensamientos e intereses.
  7. Enséñale a tus hijos medidas de seguridad cuando usen Internet, como no interactuar con extraños en línea. Hazles comprender los peligros de compartir su información personal o imágenes que podrían conducir al acoso cibernético.

Además de usar Internet, anima a los niños a participar en otras actividades que también fortalecerán el vínculo con sus hermanos, padres y cuidadores. Juegos de mesa, quehaceres domésticos y probar diferentes recetas y manualidades los mantendrán ocupados y saludables.


ninos_aburrimiento

El aburrimiento puede ser bueno para los niños

 

El aburrimiento puede ser bueno para los niños

Después de muchos meses de pandemia, es cada vez más frecuente que en casa los papás escuchen: “estoy aburrido”. Sin clases presenciales, fiestas infantiles o actividades recreativas, los niños continuamente expresan que se aburren si los adultos no están listos con un día lleno de actividades planificadas. Pero, ¿sería tan malo si dejáramos que los niños… se aburran?

Las actividades, aparentemente ilimitadas, especialmente ahora con clases de video y actividades digitales, probablemente son un salvavidas para muchos padres. Pero toda esa estimulación planificada puede tener efectos negativos en los niños.

Los niños con horarios excesivos pueden sentirse irritables y abrumados, según Shannon Barnett, profesora asistente de psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore. “Es posible que no estén durmiendo tan bien o que estén algo ansiosos. Pueden tener dolores de estómago u otras molestias físicas”, explica la experta.

El efecto positivo del aburrimiento

Aunque los estudios muestran que sentirse aburrido la mayor parte del tiempo puede conducir a comportamientos riesgosos en los niños, las investigaciones también indican que a veces sentirse aburrido puede ser bueno.

Un estudio de 2014 en Creativity Research Journal encontró que cuando los participantes realizaban una actividad aburrida seguida de una tarea, mostraban más creatividad al completarla. Y un estudio de 2019 publicado en la Academy of Management Discoveries descubrió que quienes hicieron una tarea aburrida primero pudieron presentar ideas más creativas después, que las personas que primero hicieron una tarea interesante.

Sandi Mann, profesora de psicología de la Universidad de Central Lancashire en Inglaterra y coautora del estudio de 2014, explica que los padres no deben temer a que sus hijos se aburran. “Porque necesitamos que se aburran. Necesitamos que sean creativos".

¿Qué hace el cerebro cuando está aburrido?

Cuando tus hijos claman por algo que hacer, también lo están sus cerebros. “Los cerebros de las personas buscan un cierto nivel de estimulación inicial, por lo que cuando se aburre, el cerebro intenta crearla”, dice Sara L. Dolan, profesora asociada de psicología y neurociencia en la Universidad de Baylor en Waco.

Un artículo de 2018 publicado en la revista de la Academia Nacional de Ciencias mostró que cuando se permite que el cerebro de un niño se desconecte, las partes del cerebro que resuelven problemas comienzan a comunicarse. Y ese sentimiento negativo y molesto que resulta de estar aburrido podría ser algo bueno.

Cómo hace bien el aburrimiento

Para empezar, si un niño está acostumbrado a que lo entretengan constantemente, es probable que no tome del todo bien dejarlo sin actividades. “Los niños se sentirán frustrados”, dice Barnett, y agrega que entretenerse es una habilidad que se aprende, por lo que algunos niños pueden tardar un poco más en comprenderlo.

La buena noticia es que se puede enseñar. Barnett recomienda comenzar usando un temporizador para ayudarlos a que se sientan cómodos y evitar la frustración. Comienza con 30 minutos sin nada que hacer, aunque según los expertos, el tiempo realmente depende de cada niño. "Si un niño no tiene éxito durante 30 minutos, entonces el tiempo debe reducirse y aumentar gradualmente", dice. Con el paso de los días, los niños más pequeños deberían poder pasar 90 minutos entreteniéndose; niños mayores, hasta tres horas al día.

Barnett y Mann también están de acuerdo en que puedes ofrecer algunas sugerencias de actividades. Aún así, "Tu esperanza no debería ser que tus hijos tomen esas ideas, sino que las utilicen como punto de partida", dice Barnett.

Para tomar en cuenta

Si el aburrimiento de tu hijo es un código para decir "Quiero pasar tiempo contigo", involúcralo en lo que estás haciendo, ya sea preparar la cena o doblar la ropa.

Si se trata de un niño que se aburre constantemente, lo más probable es que necesite aumentar el nivel de actividad. Asegúrate de que sus juguetes sean apropiados para su edad y que está haciendo suficiente ejercicio.

Recuerda que los niños deben aprender a ser ingeniosos. En otras palabras, puedes ser empático, pero debes hacerlos responsables de su aburrimiento.

Durante este tiempo increíblemente desestructurado, eso puede ser una noticia de alivio para los padres. ¿Y quién sabe a dónde conducirá eso una vez que las cosas vuelvan a la normalidad?

Con información de: nationalgeographic.com


La pandemia y el estado anímico de las mamás

La pandemia y el estado anímico de las mamás

El cierre de las escuelas, las recomendaciones de distanciamiento social y de quedarse en casa han dificultado que las personas cercanas a las familias que ayudan en el cuidado de los niños, como los abuelos u otros miembros de la familia puedan ayudar en el cuidado de los niños. Esta situación es un desafío tanto para las personas que trabajan desde casa como para las que ya han reactivado sus actividades fuera.

Equilibrar las exigencias de la maternidad nunca ha sido fácil. Y, dado que la pandemia por Covid-19 obliga a muchas mujeres a ser empleadas, madres y maestras al mismo tiempo, están teniendo dificultades para mantener todo junto.

Según una encuesta realizada por la marca de maternidad Motherly, aplicada a más de tres mil mujeres, reveló que 97% de las mamás se sienten agotadas gran parte del tiempo, y 74% afirmó que desde que comenzó la pandemia se sienten mentalmente peor debido a las demandas en el trabajo y en el hogar.

Es natural sentir ansiedad cuando nos enfrentamos a una crisis, lo desconocido o un cambio repentino. La ansiedad es una emoción normal y sirve como señal de atención para poder protegernos, nos alerta, nos impulsa a adaptarnos. Pero cuando estamos abrumados por la ansiedad, a veces puede hacer más daño que bien.

La Universidad de Oregon analizó cómo las relaciones entre padres e hijos pueden promover un desarrollo saludable, particularmente en el contexto del estrés. Estas son algunas estrategias basadas en la investigación para hacer que este momento sin precedentes sea más agradable.

Planifica

Los niños reaccionan positivamente con estructuras, mejora su comportamiento y evita su ansiedad. No necesitas tener cada minuto planeado. La sugerencia es que definas algún tipo de rutina diaria con una hora constante para ir a dormir, algunas actividades estructuradas, descansos para divertirte y tiempo frente a la pantalla.

También lee: Cómo establecer una rutina para las clases en casa.

Elige no reaccionar

¿Hay ciertas cosas por las que casi siempre peleas con tus hijos? Piensa qué podrías hacer para evitarlas. Por ejemplo, si siempre peleas porque tu hijo usa la televisión o la tableta en las mañanas en lugar de levantarse a tiempo para sus clases, lleva el control remoto de la televisión o la tableta a tu habitación en las noches.

También ignorar de forma planificada un comportamiento desafiante menor, es la forma más eficaz de avanzar durante el día.

¿Qué puedes hacer para no perder el control con tus hijos?

  • Haz una lista de personas de apoyo a las que puedas llamar en momentos de angustia.
  • Crea un grupo con amigos u otros padres.
  • Establece un tiempo diario de chat o llamadas con un amigo o familiar.

Tener una red de apoyo hará maravillas en situaciones estresantes. A menudo, no podemos ver más allá de nuestras propias emociones, lo que dificulta la aparición de nuevas ideas y formas de salir de nuestra angustia.

Los niños también se estresan

La vida de los niños también ha cambiado (cierre de escuelas, falta de amigos, cambios en la rutina y falta de estructura). Están experimentando su propio miedo, ansiedad, frustración, ira y soledad. Entonces, si has notado un cambio negativo en su comportamiento, es normal.

Escucha y valida sus sentimientos. Esto no siempre es fácil, especialmente cuando tú también estás estresado, pero hacerlo hará que se sienten escuchados y comprendidos, y esto te hará la vida un poco más fácil.

Cambia tus expectativas

A veces, son nuestras expectativas las que nos hacen sentir frustrados con nuestros hijos. ¿Estamos esperando demasiado de ellos? ¿Esperamos que mantengan todo en orden cuando es incluso difícil para nosotros en este momento? ¿Esperamos que puedan entretenerse sin interacción durante un largo período de tiempo?

Revisa tu nivel de ira y ansiedad a lo largo del día

Es más fácil calmarse cuando aún no has llegado al estado de “explosión”. Incluso podrías programar alarmas en tu teléfono o notas pegadas en algún lado de la casa, que te ayuden a hacer una pequeña pausa y ver cómo te sientes. Si ya hay tensión haz algo para calmarte, por ejemplo:

  • Toma un breve descanso
  • Respiraciones profundas
  • Recurre a tu red de apoyo
  • Envía un mensaje de texto a un amigo
  • Escribe tus sentimientos
  • Bebe un poco de agua

Sabemos que no es sencillo lo que se vive en casa y fuera de ella, por eso hay que trabajar en mantener un buen estado de ánimo, reducir el estrés y la ansiedad. Eso ayudará a tener un ambiente familiar más estable, que sea un refugio para todos.


Establece una rutina eficiente para clases en casa

 Establece una rutina eficiente para clases en casa

 

¡Bienvenido a un mundo nuevo! Actualmente más de 30 millones de niños y adolescentes de los niveles preescolar, primaria, secundaria y medio superior del país viven el ciclo escolar 2020-2021 desde sus hogares.

La mayor parte del mundo ha estado trabajando desde casa durante más de 8 meses a causa de la pandemia. Hoy, no solo estamos haciendo malabares con los proyectos del trabajo y las reuniones virtuales, sino también con los quehaceres de la casa y para algunos... educar a los hijos en el hogar.

Aquí hay algunas buenas prácticas para lograrlo y mantener la paz en casa.

  1. Anima a tus hijos a ser más independientes.

Esto puede aplicarse a todas las edades. Establece horarios y cúmplelos, pero anima a tus hijos a diseñar su propio horario o diséñalo con ellos.

  1. Apóyense en la tecnología de la comunicación.

Sugiere a otras mamás formar un grupo de estudio virtual entre los compañeros. Esto los mantendrá socialmente estimulados y aprendiendo al mismo tiempo, en lugar de a través del texto y el aislamiento.

  1. Crea un espacio de aprendizaje designado

Vivir y aprender bajo el mismo techo puede llevar rápidamente a la desorganización y al caos, lo que no es un buen ambiente para fomentar estudiantes felices.

Mantén organizados los materiales de estudio de tus hijos y designa un centro de aprendizaje, un espacio donde guarden útiles y libros. Incluso si tus hijos terminan trabajando en la mesa de la cocina, es útil mantener sus cosas organizadas en un solo espacio. Una vez que hayan terminado con su trabajo escolar, pídales que devuelvan sus materiales al espacio designado.

  1. Sigue un horario diario

La educación en el hogar aporta un maravilloso nivel de flexibilidad y espontaneidad a la educación de los niños. Sin embargo, sin una estructura clara, es fácil distraerse y desviarse.

Recuerda que los niños se sienten más confiados y cómodos cuando tienen una estructura y una rutina básica.

Por ejemplo, codifica con colores por tipo de actividad o materia escolar para ver rápidamente en qué está trabajando en un día u hora determinados. Esto es útil para cualquier edad (incluidos los adultos), pero su simplicidad puede ser especialmente útil para los niños más pequeños que están aprendiendo a usar un horario.

Si estás enseñando a dos o más niños, usa filas para realizar un seguimiento de varios horarios diarios y observa cuándo los niños están trabajando juntos en proyectos o cuando se reúnen para cosas como comidas y otras actividades.

  1. Lleva el aprendizaje más allá del aula

Una de las mejores partes de la educación en el hogar (y una de sus mayores ventajas) es la flexibilidad de aprender fuera de un salón de clases tradicional.

Busca oportunidades de aprendizaje más allá de los libros de texto, así complementas las lecciones con la práctica. Por ejemplo:

  • Juegos de mesa
  • Hornear
  • Aprender habilidades de administración del hogar, como lavar la ropa o hacer un presupuesto simple
  • Hacer manualidades

Recuerda, la educación en el hogar no tiene por qué reflejar la estructura y la configuración de las escuelas. No tengas miedo de experimentar con tu estilo y horario de aprendizaje.

Da un paso atrás, recuerda cómo han sido los últimos días de educación en casa y cómo pueden continuar, de manera más sencilla en la que todos colaboren. ¡Vamos a salir de esto!


Cómo afecta la violencia a los niños

Cómo afecta la violencia a los niños

 

En México, la violencia afecta a los niños y adolescentes sin importar su condición económica o social y ocurre en varios ámbitos: en el hogar, la escuela, su comunidad, las instituciones, el medio digital y por cuestiones de género.

De acuerdo con los datos existentes del Instituto Nacional de Salud Pública y la Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres en México, 63% de las niñas y niños de entre 1 y 14 años han experimentado al menos una forma de disciplina violenta.

Las niñas y adolescentes son más propensas a sufrir violencia sexual y agresiones psicológicas en la mayoría de los entornos, mientras que los varones suelen ser las principales víctimas de homicidios y suelen ser disciplinados con castigos físicos u otras formas de disciplina severa.

Sobre violencia en las escuelas, el informe muestra que las principales formas de agresión escolar son los golpes, patadas, puñetazos (con el 56% de los casos reportados) y las agresiones verbales.

Así les afecta la violencia

Los niños que son testigos de violencia doméstica o que son víctimas de abuso tienen mayor riesgo de padecer problemas de salud en su adultez. Afecciones de salud mental como depresión y ansiedad, pero también pueden desarrollar diabetes, obesidad, cardiopatías y baja autoestima.

Un niño que ve a su madre ser víctima de abuso es 10 veces más propenso a abusar a su pareja cuando sea adulto. Mientras que una niña que crece en un hogar donde el padre abusa de la madre es seis veces más propensa a ser abusada sexualmente.

Los niños que viven en entornos de abuso, pueden sentirse temerosos y ansiosos. Es posible que siempre estén en guardia y que reaccionen de distintas maneras de acuerdo con su edad:

  • Niños en edad preescolar. Pueden comenzar a hacer cosas que solían hacer cuando eran pequeños como mojar la cama, chuparse el dedo, llorar con más frecuencia y hacer berrinches. También es posible que desarrollen problemas para dormir, notes signos de terror como tartamudeo y signos de ansiedad severa de separación.
  • Niños en edad escolar. Pueden sentirse culpables por el abuso y culparse a sí mismos. Es posible que no participen en las actividades escolares u obtengan malas calificaciones, tengan menos amigos y se metan en problemas con más frecuencia. También pueden sufrir más dolores de cabeza y estómago.
  • Adolescentes. Pueden actuar de manera negativa como pelear con familiares o faltar a la escuela. Es posible que se involucren en comportamientos riesgosos, como relaciones sexuales sin protección o ingerir drogas y alcohol. Es posible que tengan baja autoestima y no puedan hacer amigos fácilmente. Es probable que comiencen peleas o acosen a otros, y son más propensos a meterse en problemas.

Cómo ayudar a un niño violentado

  1. Hablen sobre sus miedos. Hazle saber que no es su culpa ni la tuya. Te sugerimos conseguir ayuda profesional para saber cómo escuchar y hablar con tu hijo sobre la violencia doméstica.
  2. Ayúdalo a aprender de la experiencia abusiva, explicándole cuáles son las relaciones saludables y cuáles no.
  3. Platica sobre los límites y que sepa que nadie tiene derecho a tocarlo o incomodarlo, inclusive miembros de la familia, maestros, entrenadores u otras figuras de autoridad. Además, explícale a tu hijo que no tiene derecho a tocar el cuerpo de otra persona y que, si alguien le dice que se detenga, debe hacerlo de inmediato.
  4. Ayúdalo a encontrar un sistema de apoyo confiable. Además de un padre, un consejero escolar, terapeuta u otro adulto de confianza que pueda ofrecer apoyo continuo.

 


Desintoxica a los niños de dispositivos móviles

 

Desintoxica a los niños de dispositivos móviles

Puede parecer imposible pensar en una desintoxicación digital durante la pandemia, cuando la televisión se ha convertido en el medio de educación a distancia y las computadoras y tabletas las usan los niños para hacer actividades escolares, didácticas o simplemente entretenerse. Pero necesitas tomar decisiones cuidadosas sobre cómo usan las pantallas tus hijos, para asegurarte de proteger su salud mental y física, para evitar una sobreexposición.

Si bien es cierto que parte de los conocimientos que los niños deben dominar desde edades tempranas es el uso de la tecnología, también se ha comprobado que permanecer largo tiempo frente a estas pantallas tiene efectos negativos.

Entre otras cosas, el exceso de tecnología en los niños provoca un desarrollo cerebral drástico. Los estudios han demostrado que demasiados dispositivos pueden afectar negativamente el funcionamiento de su cerebro e incluso pueden causar déficit de atención, retrasos cognitivos, problemas de aprendizaje, aumento de la impulsividad y disminución de la capacidad de autorregulación.

La obesidad es otro efecto negativo. Los niños pasan hasta ocho horas frente a las pantallas y no queman las calorías que ingieren. De ahí que cada vez más la obesidad infantil se vuelva un problema de salud mundial, en el que México ocupa el primer sitio de niños obesos.

Por si fuera poco, según el informe de 2011 de la Organización Mundial de la Salud, los teléfonos celulares y otros dispositivos inalámbricos se consideran de riesgo debido a su emisión de radiación y falta de interacción familiar.

Es cierto, nos encantan todas las formas en que la tecnología puede ayudarnos. Y en esta pandemia lo hemos comprobado más que nunca, pero una desintoxicación digital podría mejorar las habilidades sociales y emocionales de los niños.

Investigadores de la Universidad de California, Los Ángeles, UCLA, descubrieron que una desintoxicación digital mejoraba la capacidad de los niños para leer las expresiones emocionales de los demás. Concluyeron que el tiempo cara a cara es esencial para las habilidades sociales.

Estrategias para una desintoxicación digital

  1. Predica con el ejemplo. Si estás explicando que tomar descansos de las pantallas es importante, no obtendrás una respuesta positiva si tú los sigues usando. Así que plantéalo como una desintoxicación digital familiar.
  2. Un día de descanso de la electrónica. Define qué día de la semana todos estarán lejos de dispositivos digitales y organicen actividades que no hacen regularmente como escuchar audiolibros y comentar cómo se imaginan lo que está sucediendo en la historia, hacer una obra de teatro, con disfraces y escenografía, pintar, o cualquier actividad manual que fomente su creatividad e imaginación. En conjunto planeen este día sin tecnología.
  3. Durante el resto de los días, crea espacios sin teléfonos, tabletas y televisión. Te sugerimos que sea durante las comidas y a la hora de dormir.
  4. Rétalos a tener tardes o noches de juegos. Disfruten una semana completa de un torneo con pruebas y juegos de mesa.
  5. Busca un lugar exterior, sin salir de casa donde puedan jugar. Estar al aire libre reduce los problemas de comportamiento. Correr libera energía y puede ayudar a los niños a ser menos activos en el interior. El ejercicio también ayuda a los niños a dormir mejor.

Los estudios también muestran que los espacios verdes mejoran la capacidad de atención y reducen el estrés. Otros estudios han relacionado el juego al aire libre con habilidades mejoradas para resolver problemas, pensamiento creativo y habilidades de seguridad.

Los niños están en la era de Internet, pero es nuestro trabajo ayudarlos a comprender cuándo desconectarse del mundo digital, encontrar el equilibrio y mantenerse seguros en línea.

 


Cómo hablar con los niños sobre el Coronavirus

Cómo hablar con los niños sobre el Coronavirus y aliviar su ansiedad

 

La situación actual con el Covid-19 y el aislamiento son una fuente de estrés y ansiedad tanto para adultos como para niños. Lo más importante para ayudar a los pequeños en casa durante este tiempo de incertidumbre es mantener la calma cuando estés con ellos, ya que tu propio nivel de ansiedad los afectará.

Como adultos es nuestra responsabilidad mantenernos alerta a la comunicación oficial sobre el momento que vive el país y seguir las recomendaciones en todo momento. Recuerda que diariamente hay una conferencia con las autoridades correspondientes para informarnos sobre esto. Evita noticias que caen en el amarillismo y no contribuyen a mantener una opinión objetiva.

Platica con los niños y jóvenes sobre el Coronavirus, ayudará a calmar su ansiedad y dudas al respecto. Pregúntales qué saben o han escuchado sobre el virus y comparte información apropiada para su nivel de desarrollo.

Responde sus preguntas honestamente, teniendo cuidado de no abrumarlos con demasiada información. Usa un lenguaje que los más pequeños puedan entender y no los expongas a imágenes en la televisión o las redes sociales que puedan alterarlos.

 

Cómo reconocer ansiedad y estrés en los niños

Tanto niños como adolescentes a menudo retroceden cuando están estresados. Vuelven a hacer cosas que hicieron cuando eran más pequeños, para sentirse cómodos y seguros.

Otros signos de ansiedad en niños pequeños son: hiperactividad, berrinches, pesadillas, dificultad para separarse de los papás y angustia.

En los niños en edad escolar y adolescentes, se suma la dificultad para concentrarse y dormir, enojo, preocupación y molestias físicas como dolores de estómago o dolores de cabeza.

 

Cómo ayudar a tus hijos a lidiar con la ansiedad

Los niños pequeños pueden tener dificultad para expresar sobre cómo se sienten, así que pídeles que te cuenten o piensen en sus muñecos para hablar de su estado anímico.

Los niños y adolescentes mayores a menudo encuentran útil escribir o dibujar.

Pregúntales ¿qué es lo que más les preocupa en este momento? y toma tiempo para escuchar.

En general, estas son algunas acciones que puedes hacer para ayudarlos emocionalmente:

  • Comparte con ellos que ese enojo, ansiedad y estrés es normal y que sus demás compañeros, e incluso todos los niños del mundo, están en las mismas circunstancias.
  • Haz hincapié en que los adultos están haciendo todo lo posible para solucionar la situación estresante y comparte con ellos buenas noticias de países en los que las cosas están volviendo a la normalidad.
  • Ayuda a tus hijos a liberar tensión fomentando el ejercicio físico y las actividades recreativas diarias.
  • Proporciona la mayor estructura posible en horarios y actividades.
  • Ayúdalos a reemplazar los pensamientos negativos por positivos. Un “Podríamos enfermarnos", cámbialo por "Vamos a estar bien".
  • Manténganse socialmente activos. Tener contacto virtual con familiares y amigos aumenta el bienestar social. Algunos videojuegos fomentan la interacción social y se pueden jugar sin dar acceso a extraños.

Usa esta oportunidad como un momento para trabajar con tus hijos en sus habilidades de manejo de estrés y técnicas de relajación. Los niños observan cómo enfrentan los padres las situaciones y adoptan las mismas estrategias. Formemos niños resilientes.

 

Fuente: The Ohio State University / Wexner Medical Center