Como profesionales de la salud nos gusta que los pacientes atiendan nuestras indicaciones y sigan los tratamientos que les prescribimos sin dudar y sin “discutir” y en consultas breves porque tenemos muchas cosas que hacer. Pero al mismo tiempo queremos tener pacientes involucrados, que se preocupen por su salud y que se responsabilicen de su enfermedad y de su tratamiento. Y no se puede tener las dos cosas, ya que un paciente informado, un paciente involucrado, es un paciente que va a tomar tiempo, que va a tener muchas preguntas, que nosotros debemos recibir con gusto y explicar al paciente lo que nos pida.

Un paciente informado, y que se involucra en su atención es un paciente que va a tener mejores resultados, y mejor apego al tratamiento, ya que lo entiende, sabe la necesidad de recibir el tratamiento y esta consciente de los beneficios y de las consecuencias de seguir o no seguir un tratamiento.

Un paciente informado, que se responsabiliza de su enfermedad y de su tratamiento, es un paciente que no te va a decir “de algo me tengo que morir” mientras bebé de su refresco de 2 litros y tiene una glucosa de 300 mg/dL.

Eso obliga a que nosotros como profesionales de la salud busquemos involucrar a los pacientes, dediquemos más tiempo y expliquémosles las cosas malas, si, pero también los beneficios de su apego al tratamiento. Explicarle al paciente obeso que está en tratamiento que va a poder jugar con sus hijos sin agotarse, explicarle al paciente diabético que va a dejar de orinar cada 5 minutos (cosas sencillas que al paciente le limiten y le importen). No necesariamente tenemos que hablar de lo técnico, como médico es más fácil decirle al obeso que se va a infartar si no hace algo, y al diabético que va a terminar en diálisis. Busquemos los refuerzos positivos.

Invitemos a los pacientes a informarse, hay que promover el conocimiento, cada que veamos a los pacientes hay que recordarles que anoten todas sus dudas para que las hagan cuando nos vean, darles confianza, tranquilidad y seguridad. Empoderándolos con conocimiento.

Dr.Bernardo Rea Ruanova

Administrador de riesgos clínicos
Grupo Mexicano de Seguros

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