El Sistema Nacional de Salud en México se divide en tres niveles de atención, en donde se divide la atención dependiendo de la necesidad de especialización o gravedad de los padecimientos. Siendo esta división a grandes rasgos de la siguiente manera: primer nivel lo componen consultorios o unidades de primer contacto; segundo nivel son hospitales generales en donde se atienden 4 especialidades generales (pediatría, cirugía, medicina interna y gineco-obstetricia) y el tercer nivel que consiste en hospitales de alta especialidad.

Sin embargo, el primer nivel de atención debería de ser en prioridades el número 1 también. Ya que el invertir tiempo, recursos, personal, en ese nivel nos va a favorecer a tener una población más sana.

En el primer nivel de atención se da prioridad a la prevención y a la detección temprana de enfermedades. Tener un primer nivel de salud fuerte nos favorecería a tener oportunidad de establecer campañas de educación y prevención en salud más efectivas, que se podrían traducir en menos pacientes obesos, menos pacientes con enfermedades crónicas no transmisibles. En fortalecer campañas de inmunizaciones (que actualmente están en crisis mundial por movimientos anti-vacunas).

El fortalecimiento al primer nivel de atención, a mediano y largo plazo impactaría en el segundo y tercer nivel también, ya que al tener una población en donde se promueve la prevención y la detección temprana hace que no haya necesidad de acudir a los servicios de urgencias o a los hospitales por enfermedades que requieren únicamente manejo ambulatorio, o la prevención a largo plazo de enfermedades crónicas que llevan a complicaciones que requieren atención en segundo o tercer nivel.

En un país con las características que tiene México es de suma importancia que el primer nivel de atención tenga resultados, ya que todo el sistema depende del primer nivel, si no existen actividades adecuadas de prevención (aunque en este sentido se trabaja a pesar de todo el trabajo que se hace para evitar que den buenos resultados), hay más pacientes que demandan servicios de salud. Y los resultados van mucho de la mano de los recursos que reciban. Ya que es importante que cuenten con personal, con insumos, con medicamentos para poder atender a la población, así como con materiales y presupuesto para hacer campañas de prevención.

Todos, aunque no seamos personal de salud, podemos favorecer al primer nivel de atención en salud, cuando ayudamos a promover estilos de vida saludables, cuando educamos a nuestros hijos a hacer ejercicio, a llevar dietas adecuadas, a vacunarlos. Todos podemos involucrarnos a fortalecer ese primer nivel de atención, lo que nos llevará a tener un país sano.

 

Dr. Fernando Pérez Galaz **

Administrador de riesgos clínicos
Grupo Mexicano de Seguros

** Cirujano general especialista en cirugía gastro, bariátrica y metabólica en Hospital Angeles Lomas.

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