Prevención de riesgo de transmisión de COVID-19 en entorno hospitalario

La pandemia por SARS-COV2 en México se encuentra lejos de terminar, y aunque en algunos lugares del país se empieza a hablar de la “nueva normalidad” nos encontramos con hospitales aún con muchos pacientes y picos de contagios importantes. Y, sin meternos en cifras, en si van en aumento o en desaceleración, la realidad es que sigue habiendo muchos nuevos casos cada día.

Por lo que nos va quedando cada vez más claro, que debemos aprender a vivir y convivir con el virus. Como prestadores de servicios de salud, nuestra obligación ya no solo recae en el cuidado de nuestro paciente, sino nos ha obligado a ver los esfuerzos que se hacen en los hospitales y lugares de atención médica por prevenir infecciones asociadas a la atención sanitaria. En este contexto representado en la posible exposición al virus mientras nuestro paciente recibe atención por alguna otra causa.

Damos algunas recomendaciones precisas en cuanto a esta prevención, y aunque algunas de ellas son ya muy difundidas, también probado ser muy efectivas.

  1. Distanciamiento social: en el entorno hospitalario también debemos promover la distancia social de 2 metros cuando es posible.
  2. Lavado de manos: cumpliendo los 5 momentos de lavado de manos que promueve la Organización Mundial de la Salud.
  3. Higiene respiratoria: hemos escuchado mucho sobre la “etiqueta respiratoria” que invita a toser o estornudar en el ángulo interno de los codos. Sin embargo, esta es la segunda opción, la primera (y la que se debe procurar en el entorno hospitalario) es usar un pañuelo desechable para toser o estornudar, el cual se debe tirar de inmediato en un bote de basura con tapa y que se opera con pedal, y posteriormente hay que lavarse las manos.
  4. Uso de cubrebocas a pacientes: todos los pacientes (cuando no comprometa su vida) deben usar cubrebocas en áreas de espera o áreas comunes. Principalmente en caso de pacientes sospechosos o confirmados.
  5. Separar a los pacientes: en hospitales en los que se permita deben procurar aislar a los pacientes en habitaciones individuales, en los casos que no sea posible, se debe tener un área restringida para la atención de pacientes con COVID-19, que no esté en contacto con otras áreas del hospital, la cual esté bien identificada con una recepción y bien señalizada. Esta no debe funcionar como paso para otras áreas.
  6. Visitantes: permitir lo mínimo indispensable, con posibilidad de suspender las visitas si se considera necesario. Visitantes con síntomas de COVID-19 deben tener estrictamente prohibido ingresar a las instalaciones.
  7. Movimiento de pacientes positivos dentro de las instalaciones: si es necesario movilizar un paciente dentro de las instalaciones es importante que el personal involucrado esté informado sobre la situación del paciente, que no haya tiempos de espera en áreas comunes, y que use cubrebocas si es posible y no pone en riesgo su salud.
  8. Espacios: la limpieza y desinfección de espacios se debe hacer con mayor frecuencia. En áreas donde se mueven pacientes con COVID-19 o en áreas en donde se retira equipo de protección personal se recomienda que se realice la limpieza y desinfección después de cada ocasión, y no menos de 2 veces por día.
  9. Equipo: se recomienda usar en la medida de lo posible equipos desechables, en caso de no ser posible se debe limpiar y desinfectar el equipo después de cada uso, o cada que este en contacto con secreciones.

¿Cuáles de estas medidas se aplican en su centro de trabajo? Los invitamos a comentar y participar con nosotros.

Dr. Bernardo Rea Ruanova **
Administrador de riegos clínicos
Grupo Mexicano de Seguros.

** Maestro en Administración de instituciones de salud.

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