Gatos para principiantes: lo que hay que saber

Los gatos domésticos –así como el león del refrán– no son como los pintan. Como parte de las creencias populares se cree que los gatos son huraños, reservados, independientes y fríos con sus propietarios. La verdad es que no es así.
 

Como sucede con todas los animales de compañía, cada uno tiene un temperamento, maneras de comunicarse y carácter. Así hay gatos sumamente cariñosos, apegados a sus dueños, que buscan la compañía y el calor humano. Entre más silvestre es un gato será más feral, es decir, entre menos provenga de un ambiente de compañía humana probablemente será más retraído.
 

Es importante considerar esos factores al planear tu vida con un gato. La edad del mismo también será un elemento importante, ya que entre más joven sea resultará más sencillo que se apegue a tus rutinas y reglas, si bien un felino adulto también podrá adaptarse, especialmente si, como ya hemos mencionado, proviene de un ambiente donde convivía con otros humanos.
 

Los veterinarios coinciden en la infraestructura mínima que requerirás para vivir con un gato: un cojín para que duerma –si bien tenderá a escoger sus rincones de sueño y sol–, traste para el alimento seco y húmedo. En cuanto al agua, aquí hay algo importante: muchos gatos preferirán el agua “fresca”, es decir, agua corriente.
 

De ahí que se venda una especie de fuentes, que permiten dispensar el agua en movimiento para los gatos. Es un punto vital, ya que los felinos que no beben suficiente agua pueden enfermar de los riñones.

 

Por supuesto, un elemento fundamental es el arenero para tu gato. Básicamente son cajas plásticas, fáciles de limpiar, en las que se deposita la arena que ellos usan para sus desechos. Requerirás una pala plástica para la limpieza.

 

Otro aspecto muy importante será el afilador o rascador para uñas. Es importante que lo consideres, pues si no encuentra un espacio para hacerlo, elegirá alguno de tus muebles. Afortunadamente, los hay en todos los tamaños y una amplia variedad de materiales: desde cartón y mecate, hasta maderas y alfombras. Por supuesto, puedes comprar más de uno, de pared o de piso, y dejar que elija su favorito.

 

Algo que hay que considerar es que los gatos son animales de juego. Les complace “cazar”, así que tener juguetes para atrapar (de plumas, o ratones plásticos, cascabeles, etcétera) es importante para ellos, además de ser un vínculo para que convivas con ellos y para ayudarles a canalizar el estrés.

 

En el mercado también encontrarás disponibles estructuras para trepar. A los gatos suelen gustarles mucho, especialmente si son altas y, desde el punto más elevado, pueden dominar con la vista su territorio. Algunos fabricantes aprovechan para incluir en ellas juguetes suspendidos para “atrapar”, así como texturas para que se afilen las uñas. Si bien estos muebles no son indispensables –no te preocupes si vives en un departamento que no tiene suficiente espacio– la verdad es que te resultarán útiles, siempre y cuando puedan adaptarse a tu entorno.

 

Una buena noticia es que muchos de estos instrumentos (los juguetes, las estructuras, el rascador) pueden construirse bajo la filosofía “hágalo usted mismo”. En internet encontrarás cientos de tutoriales para fabricar los juguetes de tu gato, lo que te ahorrará dinero, te involucrará más con tu mascota y podrá convertirse en una actividad para relajarte.

 

Otro aspecto importante es el relativo al acicalamiento. Claro, todos tenemos en la mente la estampa de un gato que se asea a sí mismo, y es real. Pero a ellos también les vendrá bien cepillarlos, por lo que requerirás un cepillo para gatos. Hay quienes logran cortar las puntas de las uñas, con alicatas o tijeras; si te animas, puedes intentarlo, cuidadosamente. También puedes dejar esa tarea al estilista o al veterinario.

 
Dado que los gatos suelen ser escurridizos y muchos logran salir de su casa, es indispensable que cuente con un collar con su nombre y los datos de su casa, para que puedas ubicarlo. Aquí habrá muchos que sugieran un chip para facilitar su localización: consulta a tu veterinario.

 

Ya casi tienes todo lo necesario para que tu gato viva feliz contigo. La pieza faltante no es menos importante: un seguro de gastos médicos para él o ella, que considera las enfermedades y accidentes más comunes, así como los riesgos y daños que pueda causar la mascota a un tercero.

 
Ahora sí, ya cuentas con todo lo necesario para disfrutar de la presencia de tu gato. Verás que constituyen una compañía sin igual.